Una tapa muy rica, para acompañar con una buena cerveza fría..
La oreja de cerdo tiene una parte cartilaginosa y una parte blanda que le da una textura, casi gelatinosa, que para algunos al principio puede resultar difícil de asimilar. Sin embargo, ese toque suave y crujiente es lo que lo hace diferente e interesante. Estamos acostumbrados a pedir la oreja de cerdo frita en los bares de tapas, pero si nunca la has probado a la Gallega y tienes la posibilidad de hacerlo, no dejes de probar la oreja de cerdo cocida con un toque de buen pimentón y un buen aceite elaborado. de oliva