Prestigioso whisky de malta escocés elaborado con agua de las colinas Kilmarnock, famosas por sus depósitos de oro descubiertos en 1868. Otras de las características que marcan el lujo y el compromiso de calidad de este whisky son los logotipos tallados en el cristal de la botella, además del sello de sus más de 190 años de experiencia como mezcladores.
Conserva múltiples capas de sabor manteniendo el equilibrio entre el whisky escocés de una sola malta Clynelish y el sabor afrutado, dejando en el paladar un toque cremoso y con unas ligeras notas de miel. Lo ideal para disfrutarlo es con hielo picado y una rodaja de naranja.